Si bien no fue el mayor bombazo del cierre de mercado, la salida de Kristaps Porzingis de los Mavs fue el traspaso mucho más asombroso de la tarde/noche. Si bien proseguía de baja por lesión, el letón vivía de los mejores instantes de su estancia en Dallas. Lo que hace un año parecía roto, el día de hoy se transformó en un ámbito saludable donde volvió a sentirse parte fundamental del equipo. La cesión de él piensa renunciar finalmente a las ambiciones planteadas en aquel 2019. Luka Doncic no puede esconder la decepción. “Vamos a extrañar a Kristaps. Estábamos creando algo grande, pero por supuesto no funcionó», ha dicho en rueda de prensa.
El esloveno probablemente se sienta dolido con lo que piensa una jugada clara en un medio plazo, reduciendo las opciones del equipo para los próximos playoffs. No obstante, como la cara de la licencia, su función era ofrecer la bienvenida a sus nuevos compañeros. «Bertans es un enorme tirador y Dinwiddie puede permitir que caiga el balón y ser un anotador». Y asimismo ofrecer un voto de seguridad a la tarea del gerente general y dueño de exactamente la misma. “Confío en ellos para cualquier resolución que tomen”, lo apoyó en el momento en que le preguntaron por Nico Harrison y Mark Cuban.
Doncic asimismo aprovechó para probar que si en algún momento hubo algún roce entre él y Porzingis, fue anteriormente. Parecía algo abochornado por la situación que vive su excompañero, más allá de que la alegría por su mastodóntica actuación frente a los Clippers proseguía muy que se encuentra en su cuerpo. “La NBA es un negocio. [Porzingis] pasó por muchas lesiones y este año lo hacía realmente bien. Quisiera que te vaya realmente bien de aquí de ahora en adelante».
(Fotografía de portada de Jonathan Bachman/Getty Images)