El equipo masculino de baloncesto de Estados Unidos disfrutó de la gloria olímpica, con las estrellas de Los Angeles Lakers LeBron James y Anthony Davis desempeñando papeles fundamentales en su triunfo. James, quien fue nombrado MVP del torneo, y Davis, una potencia defensiva, exhibieron sus habilidades en el escenario mundial, despertando tanto admiración como preocupación entre los fanáticos y los analistas.
LeBron James fue el jugador más destacado de los Juegos Olímpicos, con un promedio de 14,2 puntos por partido y liderando a su equipo en rebotes (6,8) y asistencias (8,5). Su excepcional juego le valió el título de MVP, consolidando aún más su legado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Por otro lado, Anthony Davis fue un gigante defensivo, encabezando la tabla de bloqueos del equipo de Estados Unidos con 1,5 por partido. Aportó 8,3 puntos, 6,7 rebotes y dos asistencias por partido, lo que demostró su inestimable presencia en ambos extremos de la cancha.
Si bien su desempeño fue espectacular, generó dudas sobre su resistencia. ¿La preocupación? La fatiga de estas estrellas experimentadas podría afectar su preparación para la temporada 2024-25 de la NBA.
Con un total de 33 temporadas en la NBA entre ambos, la durabilidad de James y Davis está bien documentada. Davis, quien comenzó su carrera en la NBA en 2012 con los New Orleans Hornets (ahora Pelicans), ha sido una fuerza dominante en defensa, liderando la liga en bloqueos durante tres temporadas. Su paso por los Lakers también ha sido notable, incluyendo un campeonato de la NBA.
James, el máximo anotador de todos los tiempos en la historia de la NBA, sigue redefiniendo la grandeza. Cuatro veces campeón de la NBA y MVP de las Finales con tres equipos diferentes, James ha sido 20 veces All-Star de la NBA, ha sido seleccionado 20 veces para el equipo All-NBA y ha ganado el premio MVP cuatro veces. Sus promedios de carrera de 27,1 puntos, 7,5 rebotes y 7,4 asistencias son un testimonio de su habilidad y longevidad incomparables.