Los Suns se llevaron milagrosamente una nueva victoria ante los New York Knicks. Los arizonenses se impusieron 115-114 en un final de locura gracias a un triple sobre la chicharra de Cameron Johnson, el héroe indiscutible de su equipo en el partido. El ala-pívot no solo anotó la canasta ganadora, sino que en una noche sin Chris Paul ni Devin Booker, lideró a su equipo con 38 puntos, la mejor anotación de su carrera, en una actuación para el recuerdo.
Los Knicks habían conseguido llegar al último cuarto con una ventaja de 14 puntos (81-95) que ponía el partido muy de cara, pero los demonios que han hecho caer a los neoyorquinos a la zona este inferior volvieron a materializarse. Gracias a su acierto exterior, Phoenix consiguió dar la vuelta al partido y ponerse por delante en el último minuto gracias a un triple de Jae Crowder, aunque un toque de Mitchell Robinson permitió a los visitantes recuperar el liderato a 15 segundos del final. . El siguiente ataque de los Suns terminó con un tiro fallado por Cameron Payne, que, con solo 7 segundos para el final, los obligó a cometer una falta que derivó en un tiro libre de Alec Burks.
Marcó su primer intento, poniendo el 112-114 en el marcador, pero el segundo, que le hubiera permitido a su equipo asegurar al menos la prórroga, no entró, y el rebote largo fue para Bridges. Rápidamente le entregó el balón a Payne, quien aceleró por la cancha y le pasó el balón a Cam Johnson, quien en ese momento, aunque a unos 10 metros del aro, no estaba marcado. Éste, sin tiempo para pensar, rebotó para ganar algo de distancia y disparó, anotando un triple que enloqueció al Centro de Huellas mientras sonaba la bocina.
Este fue el noveno triple de Cameron en el partido, cifra que alcanzó en apenas 12 intentos. Seis de esos tantos llegaron también en el último cuarto, en el que fue un auténtico ametrallador que destrozó las esperanzas visitantes con tiro exterior tras tiro exterior. De esta forma, el ala-pívot firmaba su palmarés personal también en esta faceta, rematando una noche sensacional para deleite de sus compañeros. «No podía dejar de decirle lo orgulloso que estaba de él», dijo Crowder.
Johnson, sin embargo, no fue el único de los locales en conseguir marcas personales, ya que su tocayo Cameron Paynes logró firmar su mejor actuación en este sentido con 16 asistencias. Además, el base firmó un doble-doble al anotar 17 puntos, quedando tercero sólo por detrás de los 20 puntos de Johnson y Mikal Bridges.
Los Knicks, por su parte, sumaron su séptima derrota consecutiva de manera aciaga, un revés en el que tuvo mucho que ver la expulsión de Julius Randle. El ala-pívot fue el máximo anotador de su equipo con 25 puntos, pero tuvo que irse al vestuario en los tramos finales del tercer cuarto tras un choque con Cam Johnson, que también recibió una técnica. Sin él, su equipo se vino abajo de forma notable, y acabó sucumbiendo en el último set pese al buen hacer de RJ Barrett y Mitchell Robinson, autores de 20 y 17 puntos respectivamente.
(Foto de portada: Christian Petersen/Getty Images)